Rodrigo
Colombia
Masturbacion
Me parece una excelente página la vuestra.
Quiero comentar mi caso: tengo 23 años, y sólo hasta hace pocos meses he descubierto la aberración que significa masturbarse. Lo he hecho en toda mi adolescencia.
Me conmueve en el alma vuestro comentario cuando afirma: “Un adolescente o joven que se masturba se desgasta física e intelectualmente”. Siento y con el ánimo de morir ahora mismo, lo afirmo, que es este mi caso y ahora entiendo por qué me he sentido siempre inferior a la gente que me rodea. En efecto, mi estatura es pequeña (aunque mi hermano mayor tiene la misma estatura y no creo que el sea un onanista consumado), ahora siento frecuentes dolores leves de cabeza. Sin embargo, he tenido novias y hasta siento que algunas mujeres me admiran. Si es así, yo no sé qué me ven. Todo esto lo cuento, aunque siento temor a que sea divulgado mi testimonio. Nunca deposito mi confianza en extraños.
Detesto los planteles educativos, siempre me introdujeron superficialmente en conocimientos, la mayoría inutilizables; en cambio, nunca nos previnieron lo suficiente sobre la masturbación, nunca nos enseñaron a conocernos a nosotros mismos más que en carteleras y aburridas teorías. Odio con el corazón, a los productores de pornografía.
En la televisión, colegios, etc., etc., nos previenen más sobre peligros más lejanos, como guerras, desempleo, fútbol, aún cuando la muerte más cruel y más paulatina se centra en nuestro baño o alcoba. La masturbación es muerte. Ahora, mientras escribo este texto, lo hago resignándome con tranquilidad por mi pronta amargura y por mi pronta muerte. Mañana cuando despierte seguramente lo haré con la peor de las amarguras. En este momento estoy temiendo que vaya en desarrollo un tumor en mi cerebro; sinceramente, siento mi cerebro seco.
¡Por favor!, respóndanme qué hacer para soportar esta angustia y si es revocable todo el mal que me he hecho.
Afortunadamente entablé relaciones el año pasado con gente que me hizo abrir los ojos acerca de la tontería universal. He estudiado, por ende, más mi cerebro a la hora de tan repugnante acto y he descubierto, tal vez no una alerta de prevención, sino más bien porque soy un animal listo para tirar a la basura.
Quiero creer, mientras Ustedes me responden, que mi mal es irrevocable. Muchas gracias por una respuesta, de verdad que si lo hacen consolarán a alguien que vislumbra amargo su futuro y hasta pudieran guiarme acerca de cómo guiar mi vida.
También me ofrezco para ayudar en lo que ustedes quieran.
Rodrigo. Colombia.