Alfonso
Colombia
Después de la muerte
Recuerdo que todo sucedió en una mañana, yo me disponía a mis prácticas rutinarias como deportista (lucha libre y grecoromana) pero esa día nos manifestaron que la misma la realizaríamos en la playa, pero el mar tenía un oleaje fuerte, puesto que había marea alta, sin importar continuamos en la práctica. Cuando de pronto un compañero me invita a que nademos más lejos, pero yo al ver que no parecía peligroso comencé a avanzar hasta el punto que no tocaba fondo y jugaba con las olas porque, entre más distante me encontraba de la orilla sintiendo ese vértigo, hasta el punto en que mi amigo se devolvió, él no quería continuar, ya estábamos lo suficientemente lejos. Cuando de repente yo me ví envuelto en una ola, donde hacía todo lo posible para nadar hacia la orilla, pero no encontraba forma, porque la corriente era más fuerte que el esfuerzo que yo realizaba por salvar mi vida. Cuando de repente en ese momento tan fugaz, pero que para mí representó una eternidad, tomé una decisión y pensé en mejor morir de asfixia, antes de continuar tragando agua y en un momento perdí la conciencia del mundo real y empezaron a venir a mi mente todos los recuerdos de mi infancia, mi madre, mis hermanos, entre muchas cosas que se venían a mi cabeza sin explicación, e inclusive, momentos que no recordaba que los había vivido, en esos instantes. Porque mi instinto me decía que iba a fallecer y recordé a mi Dios (padre y madre) y decidí pedirle misericordia, que no me desampara, lo hice con tanta fe, que cuando reaccioné me encontraba en la orilla de la playa y los compañeros de práctica aseguraban que tenían más de 15 ó 20 minutos buscándome. Cuando salí no le hablé a nadie y me fuí inmediatamente de allí, sin darle explicación a nadie de lo me había sucedido, por esa prueba de los juicios por la que pasa el alma antes de emigrar. Desde ese instante tengo una fe inquebrantable en el creador y en mi Madre Divina...Alfonso, (Abogado). Cartagena-Colombia.