Hola: mi nombre es Diana, tengo 40 años. A los 5, le propuse a mi hermano de 7 que nos tocáramos nuestros órganos sexuales. No describo lo que paso, ya que el mero recuerdo me produce vergüenza. Yo era tan niña que inmediatamente le conté a mi madre y ella nos pego tan fuerte que mas nunca lo volvimos a hacer. Como a los 7 años, mi madre tenia que salir a trabajar y nos dejaba al cuidado de mi tío y su esposa, quienes vivían en mi casa. Mi madre regresaba en la noche. Un día mi tío llegó borracho y comenzó a tocarme las partes sexuales.
Otro día estando yo sola, el me violó y me amenazó con pegarme si le contaba a mi madre. Mi madre nunca se dio cuenta y siempre que me quedaba sola, él me violaba. Crecí odiando, resentida y sin poderlo contar. Luego me acostumbré a lo que él me hacia. Él también violó a mi hermana menor y aun mas, como tenía facilidad para ganarse la confianza de los vecinos, violó a otras niñas, o sea, mi tío es un sádico.
A la edad de 10 años, mi tío se mudó de mi casa y entonces caí en el vicio terrible de la masturbación, me masturbaba 2 y 3 veces al día. La masturbación me llevó a la pornografía y me convertí prácticamente en una enferma sexual, buscaba pornografía en revistas, televisión, etc., y así continué hasta los 22 años.

Hoy estoy casada y con dos hijos, pero desde que me casé hasta hoy, nunca he funcionado sexualmente, no siento absolutamente nada y por esto he estado varias veces al punto de la separación. Pero con engaños, fingiendo lo que no siento he logrado conservar mi matrimonio.
Comprendo ahora lo que ustedes afirman en la página: que esa actividad sexual prematura y la masturbación acompañada de pornografía, me llevaron a este estado terrible de frialdad sexual. Sin embargo, esta experiencia me ha servido para educar a mis hijos y para enseñarles que no se toquen sus órganos sexuales, ni se los dejen tocar, ni dejarlos solos con personas mayores.
Ahora mi tío pertenece a una. secta religiosa y viene a visitarnos como si no hubiera pasado nada. A una hija de él, de 14 años, se la violaron y quedó embarazada y él decía "Dios mío, ¿qué hecho para que me pase todo esto?". Les he enviado este testimonio para colocar un granito de arena en esa labor que ustedes realizan y para que los padres no se dejen engañar por la falsa educación sexual y orienten a sus hijos acerca de las consecuencias de la masturbación, la pornografía y el abuso sexual.